¿Quién no ha oído nunca hablar de California? ¿Quién no la ha visto alguna vez en alguna película? ¿Quién no ha tenido nunca ganas de visitar ese Estado tan famoso del que tanto se habla?
Mi viaje por baja California fue uno de los mas esperados de mi vida y uno definitivamente para recordar. Este Estado guarda un encanto oculto que no decepciona nunca.
En Diciembre del año pasado tuve la oportunidad de ver en persona aquel sitio. ¿Que puedo decir de California? En el momento que sales de ese avión, es un tremendo ``Deja vu´´.
Hollywood ha empleado este sitio en tantas películas que cada rincón te resulta familiar.
Comencé el viaje en la ciudad de San Diego, la más al sur del estado rozando la frontera de México.
Mi sorpresa con esta ciudad fue grata e inesperada. Había oído hablar sobre la belleza de San Diego por parte de algunos de mis amigos Americanos.
Yo me había creado una maqueta en la cabeza a partir de las imágenes que tenía de ella, pero resulto ser diferente y mejor de lo que esperaba.
San Diego guarda un encanto por ser una ciudad grande pero no demasiado grande, al contrario que su hermana Los Ángeles.
Una bonita bahía reposa tras los bellos rascacielos que, durante la noche, se iluminan para embellecer su figura y que junto con fuentes, palmeras, parques y la brisa y sonido del imponente e inmenso océano Pacífico, hacen de San Diego una de las urbes costeras más bonitas que he tenido el placer de visitar.
Una de sus mayores atracciones es el portaaviones que se impone amarrado al puerto y que impresiona visitar. Tuve el placer de subir a bordo y puedo confirmar que es la máquina más impresionante que he visto en toda mi vida, algo que cuando estás ahí dentro no puedes creer que haya sido construido por el hombre y que además flote y navegue.
Nuestro último día en la ciudad, decidimos visitar el que dicen ser uno de los mejores zoos del mundo; el Zoo de San Diego. Un espacio verde y salvaje que se encuentra al este de Downtown y que aguarda gran cantidad de vida, especies animales y naturaleza. No es que me considere gran fan de visitar zoos, pero la verdad el zoo de San Diego es el mejor que he visitado, y eso que he estado en muy buenos zoos.
Aprovechamos a la salida del zoo para ir a Balboa Park. Balboa Park son unos bellos jardines que se encuentran cerca del zoo. Consta de bellos edificios de arquitectura española, fuentes, variedad de árboles, jardines y una tranquilidad placentera. Pasear en silencio por este lugar es una gran actividad para relajarte y sentirte en paz contigo mismo.
A partir de este punto comenzamos a subir hacia Los Ángeles. San Diego quedará en mi lista como una de mis ciudades favoritas no solo de américa, también del mundo hasta el momento. Tanto me gustó que no dudaré en volver a visitarla cuando vuelva a Cali.
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